Cada día me doy más cuenta de que estamos viviendo en un mundo de aprendizaje permanente. Si por el hecho de acumular muchos años y haber alcanzado una edad que, en épocas pasadas, era causa de mucho respeto, nos pensáramos ahora que ya lo teníamos todo sabido y conseguido, estaríamos bien equivocados. No lo sabemos todo, ni mucho menos. Cada día necesitamos aprender cosas nuevas, y eso no siempre es fácil.
No es fácil, por ejemplo, asimilar la idea de que las bicicletas, que cada día son más numerosas y atrevidas, además de invadir a menudo las aceras, también tienen la facultad de circular en dirección contraria por algunas calles donde los coches sólo tienen dirección única. Es fácil olvidarlo, y esto es debido a muchos sustos inesperados
RECUPERADO DE:
No hay comentarios:
Publicar un comentario