El 15 por ciento de los niños en Colombia tiene problemas de aprendizaje y en la mayoría de los casos no son detectados. Annie Acevedo, sicóloga infantil y directora de la Fundación Oportunidad, experta en estos temas, escribe sobre cómo detectar este tipo de problemas y cuál es la forma de llevar estos casos.
Muchos niños presentan problemas de aprendizaje que entorpecen su labor escolar. Lo más preocupante es que muchos de ellos jamás son identificados ni diagnosticados correctamente y, entonces, pasan la mayoría de sus años escolares sintiéndose mal y fracasados.
Esto tiene un alto precio por interferencia con el aprendizaje posterior y porque las experiencias en los años escolares tienen un impacto duradero, y en algunos casos irreversibles, en la formación del concepto de sí mismo y de su autoestima.
Esos problemas no son una enfermedad. Al parecer se trata de alguna organización cerebral diferente, pero no necesariamente deficiente. Los niños con problemas de aprendizaje no responden a los métodos de enseñanza adicional pero sí aprenden con otros métodos y a otro ritmo.
La definición del problema de aprendizaje implica una debilidad -leve, moderada o severa- en un área cognoscitiva que entorpece el aprendizaje normal escolar. Un niño con esta dificultad suele tener una inteligencia normal o superior a lo normal. Nuestra experiencia nos indica que la gran mayoría de los niños con dificultad para
aprender son bastante superiores a lo normal.
El payaso de la clase
El problema de aprendizaje se entiende mejor si usamos el concepto de estilo de aprendizaje determinado por la coexistencia de áreas fuertes y débiles de la estructura cerebral.
La interacción de ellas define el estilo de aprendizaje particular. Por ejemplo, ante una situación concreta al adulto se le acepta que diga "muéstrame" en lugar de dejar que se le explique verbalmente o, "yo no puedo cocinar con receta, porque necesito sentir lo que hago".
En general, podemos evadir nuestras debilidades y funcionar bien a través de un proceso de acoplamiento entre nuestras áreas fuertes y las exigencias del ambiente. Desafortunadamente este no es el caso de los niños que están estudiando ya que ellos deben adaptarse a una serie de exigencias preestablecidas.
De hecho, si el estudiante no funciona, como se espera, le tachamos de "desinteresado", "perezoso", "desmotivado", o simplemente se le diagnostica erróneamente que tiene problemas emocionales. En retrospectiva, creo que todos nos podemos acordar de algún compañero no muy capaz, generalmente el payaso del curso, que luego, para gran sorpresa de todos, resultó triunfando en la universidad o en su vida profesional.
La gran mayoría cuando oye el término "problemas de aprendizaje", lo asocia con dislexia y piensan equivocadamente que la dislexia es confundir la b con la d y que por eso el niño tiene dificultades para aprender a leer o por lo menos para leer bien.
Posibles causas
Los niños prematuros, el bajo peso al nacer, la incompatibilidad sanguínea, anoxia o cualquier lesión física puede alterar la capacidad de un niño para aprender. No hay evidencias científicas exactas para relacionar estos fenómenos con los problemas de aprendizaje, pero sí parece existir un cierto grado de asociación.
Otra posible causa es la genética. Así como se heredan los talentos artísticos y las aptitudes, también parece existir un factor hereditario con respecto a las características de aprendizaje.
También existen factores ambientales facilitadores de dificultades de aprendizaje, como son la baja nutrición y un ambiente empobrecido en general.
Hoy en día sabemos que un problema de aprendizaje se puede identificar desde muy temprana edad, lo que eleva el pronóstico de éxito escolar.
Un síntoma inequívoco es el hecho de que cualquier área del desarrollo se adelanta a la motora. Esta debe ser un área bandera en los primeros tres años de vida.
El niño que habla mucho pero que se mueve poco es altamente vulnerable como también lo es aquel que se mueve mucho o habla poco o muy mal. El que desde muy pequeño es demasiado activo o inquieto puede tener un alto riesgo de desarrollar problemas de aprendizaje, y si además su actividad física aparece como no organizada ni orientada a una meta, amerita investigación.
Otro síntoma o señal de alerta para un posible problema de aprendizaje es la dificultad para reconocer los colores en niños en edad preescolar a pesar de contar con la estimulación adecuada.
Síntomas o señales de alerta
1. El niño es muy inquieto - Se mueve mucho físicamente.
2. Es disperso - No puede concentrarse.
3. No sigue instrucciones - Se le dificulta seguir instrucciones correctamente.
4. Es impulsivo - Trabaja rápida e impulsivamente y no termina, y/o comete muchos errores.
5. Es lento - Trabaja lentamente y no termina.
6. Lee mal - Invierte o se salta letras y palabras.
7. Escribe mal - Invierte o se salta letras y palabras.
8. Tiene deficiencias en el lenguaje - Tiene vocabulario pobre.
9. Tiene un déficit motriz - Tiene algún déficit en la motricidad gruesa o en la fina.
10. Se le dificulta mucho el concepto matemático en general.
11. Es errático - Unos días puede hacer algo y otros no.
12. Se cansa más rápido que los demás
Un síntoma no significa nada. Dos o más es indicativo de problemas de aprendizaje.
Si usted piensa que su hijo necesita ayuda porque puede tener un déficit de atención, debe buscar ayuda de un sicólogo educativo o fonoaudiólogo especializado en el tema.
El primer paso es una evaluación completa de las áreas cognitivas para entender por qué no "aprende" el niño. Al tener un diagnóstico claro, se puede hacer una remediación que le ayude a compensar sus dificultades.
Solucionar un problema de aprendizaje es tarea de toda una vida. Es un proceso y como tal lleva tiempo e implica paciencia. Creer en el niño y en sus talentos va a ser esenciales.
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